Veïns i veïnes del nostre municipi, l'alcalde, Jesús Naharro, i regidors i regidores de l'Ajuntament van sumar-se a la concentració. Una representant de les Associacions Dones i Futur i Associació Abrera contra la Violència de Gènere va llegir el manifest elaborat per ambdúes entitats.

Sota el lema "Digueu el que digueu, no és un abús, és una violació en grup" es van organitzar concentracions de protesta arreu del territori per la sentència del Tribunal de l'Audiència de Navarra d'abús sexual als cinc joves sevillans implicats en el "Cas Manada", acusats de violació en grup als Sanfermines de 2016. El Tribunal de l'Audiència de Navarra ha dictat que "no hi va haver violació en grup" i ha declarat que "va ser un cas d'abús sexual continuat".

Manifest

Las asociaciones “Abrera contra la Violència de Génere” y “Dones i Futur d’Abrera”, condenamos y mostramos nuestro más profundo desacuerdo con la decisión judicial tomada hoy por parte de la justicia en el caso conocido como “Caso Manada”.

Una justicia que se muestra patriarcal y machista al interpretar como abuso sexual, lo que se debería interpretar como violación en grupo. Justicia que una vez más, evidencia que se sustenta en los ideales del patriarcado; en sus formas de interpretación y práctica de la prueba.

La diferencia entre el abuso sexual y la violación es la existencia de violencia e intimidación. No apreciar esa violencia e intimidación en este caso (y en muchos otros) sólo evidencia un claro desconocimiento de lo que suponen las violencias sexuales y los factores que las envuelven.

De pequeñas nos enseñan a estar calladas; a no gritar, a ocupar el mínimo espacio posible, porque lo contrario; no es femenino. Nos explican la historia del hombre malo que vendrá a buscarnos si nos portamos mal, nos dicen un millón de veces que vayamos con cuidado por la calle si vamos solas. Nos marcan a fuego que somos seres susceptibles de que nos ocurra cualquier maldad. Y sin embargo, cuando crecemos nos culpabilizan y responsabilizan si en una situación crítica como fue esta, nos paralizamos por miedo y no tenemos más herramientas que cerrar los ojos y esperar que todo acabe.

Lo que debería contar, no son las marcas físicas que puedan quedar, porque la experiencia nos dice que lo que más duele son las marcas que nos dejan en el alma. El suplicio que supone tener que vivir ese momento; y luego demostrar una y otra vez que aquello no te gustó y que Tú no lo estabas deseando.

¡Basta de responsabilizar a las mujeres delante de los ataques que sufren!

¡Basta de jueces, magistrados y letrados no formados en violencias machistas!

¡Basta de violencia judicial!

No vamos a dejar de denunciar. No queremos heroínas.

Queremos mujeres vivas, libres y sin miedo. Y por ello no dejaremos de salir en manada a la a la calle cada vez que nos hieran, a recordar que: Hermana, nosotras y nosotros ¡sí te creemos!.